La fabricación de cargadores EV de alta calidad de Jonhon se basa en una ingeniería rigurosa y la integración vertical. La empresa opera instalaciones certificadas ISO 9001 con líneas de producción automatizadas, donde cada cargador pasa por un control de calidad de 12 etapas. Procesos clave incluyen la ensamblaje precisa de PCB, soldadura robótica para las carcasa metálicas y pruebas funcionales a carga completa durante 48 horas consecutivas. Los cargadores de Jonhon cuentan con componentes de grado militar, como condensadores de alta fiabilidad y cables resistentes a altas temperaturas, asegurando un MTBF superior a 100,000 horas. La empresa invierte en equipos de prueba avanzados, incluyendo cámaras climáticas (-40°C a +85°C) y mesas de vibración (5-500Hz), para simular condiciones del mundo real. Su excelencia en fabricación queda validada por certificaciones como CE, TÜV y UL, con cada producto rastreable mediante códigos QR únicos para garantizar un control total de calidad. La integración vertical de Jonhon, desde la obtención de materiales primarios hasta la ensamblaje final, permite un estricto control sobre la calidad de los componentes y la consistencia en la producción.